Una Reseña Inusual de Los Otros de Amenábar
- Hugo Marroquin
- hace 7 días
- 2 Min. de lectura
La vida es una constante de toma de decisiones: muchas veces nimias como mover un mueble de lugar, otras, trascendentales como terminar una relación y reinventarnos desde la penumbra.
Pienso en esa primera etapa de honda oscuridad después de una ruptura. Cuando nos reencontramos con nosotros mismos como individuos, eso que había sido diluido entre horas compartidas y ahora reaparece como un extraño.
Que dura resulta la vida en medio del dolor: levantarse, ir al trabajo, sonreír por cortesía, no perder el control de pendientes. Seguir “como si nada, como si nunca, como si siempre”.
¿Qué hacemos de nosotros cuando nos sumimos en el vacío de una habitación? O peor aún, cuando somos incapaces de mirar un cielo azul porque el velo de la tristeza nos lo impide.
Algo así vive Grace en Los Otros. Aislada en una isla lúgubre del Reino Unido con sus dos hijos, espera el regreso de su marido de la guerra.
Una oscuridad que no es solo metafórica. La enfermedad de sus hijos la obliga a impedir el paso del mínimo halo de luz. Mantiene un control obsesivo de cada cortina, cada rendija.
Sola, debe asumir todas las responsabilidades del hogar y, además, estar preparada por si el bando enemigo cruza el mar y llega a la isla.
¿Qué decisiones habrá enfrentado con la partida de su esposo?
¿Qué sucede en alguien que debe aprender a vivir en la penumbra?
¿Qué somos cuando debemos cuidar de alguien?
Todos tenemos épocas en las tinieblas. Días en que el cuerpo se mueve casi involuntariamente, porque la renta y los servicios no aceptan retrasos por tristeza. Los deberes caseros no se desvanecen con el dolor.
Devenimos autómatas que anhelan una tregua al dolor o la revelación pronta de una verdad.
Grace también espera. Pero algo en la penumbra conspira: cortinas que se abren solas, muebles desplazados, una pareja misteriosa que calma su soledad pero incrementa su sospecha. La tensión crece, las dudas son sombras que se mueven y el miedo es un vaho en su nuca.
En Los Otros, película de Alejandro Amenábar protagonizada por Nicole Kidman, ella es madre, guardiana y única protectora del hogar y sus hijos.
Y es la siniestra penumbra donde encontrará la revelación de una verdad que le cambiará el destino. Yo, como ella, aprendí que es ahí donde emergen las verdades más dolorosas. Y ninguna llega sin herir.
¿Qué hacemos cuando la verdad nos refleja algo que fuimos incapaces de ver?
Decidimos devenir otro.
Este texto fue publicado originalmente en mi newsletter Fuera del Algoritmo como parte de uno de cuatro textos del #5 Desde otro lugar.
Fuera del Algoritmo es un espacio donde comparto historias, hallazgos y reflexiones que escapan a la lógica del contenido automático.
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