El caso del chileno que creó una canción usando un filtro de voz para sonar como si fuera Bad Bunny refleja las nuevas fronteras entre la moralidad y la ética que ante la posibilidad de "romperla en redes", llegar a esa fama añorada como fin último de la existencia, ser un fenómeno viral.. aunque no por si solo.
El creador de la canción en efecto lleva tiempo —dicho por él mismo— buscando llamar la atención de la gente y de la industria musical.
Él en efecto escribió la letra, hizo la melodía y grabó la voz. Esto es lo que ha hecho siempre, sin haberla "sacado del estadio" antes.
Esta vez decidió usa un filtro generado por una inteligencia artifical para sonar como Bad Bunny.
Bad Bunny, ni más ni menos. El cantante que ha roto récords de descargas y escuchas en plataformas, el que tiene mas de la mitad de canciones en un Top10. Y sí, poseesor de un tono y forma de cantar particular, única.
El chileno usa un filtro para imitar la voz de Bad Bunny y esta novedad de aplicación de la IA lo comienza a vitalizar.
Logró lo que él llevaba tiempo buscando: la fama, la anhelada fama de ser viral.
Dice el chileno que nada ilegal en su trabajo. No hay regulación sobre usar un filtro que imite la voz de una persona. Dice él que la voz no se puede registrar.
¿Y sin esa voz hubiera sido lo que resultó? O ¿hubiera sido otro intento más en su carrera?
No ve nada malo, nada ilegal. Quizás no lo haya. Pero ¿es inmoral? ¿Obtener "fama" usando una característica que define a una persona?
Este es el debate de la ética, la moralidad vs la legalidad, la oportunidad, el derecho.
La búsqueda de la fama, el ego, la codicia y la flexibilidad de principios no son cosa nueva. Factores siempre evidentes en las creativas argumentaciones que ocultan algo de fondo y definitorio: la moral.
Bad Bunny ha logrado bajar la canción de plataformas musicales. La canción seguiría exisitiendo y sonando pues quizás se convierta en la V de Vendetta que tantas pasiones mueve.
Y este es el inicio. Es chileno habrá de ser sustituido por otra persona que con el camino marcado, lo comience a andar y habremos de ser testigos del uso de las características de un persona, para lograr lo largamente buscado: llamar la atención.