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  • Foto del escritorHugo Marroquin

El vampiro de la Colonia Roma en audiolibro: una experiencia emotiva e inolvidable

Esta vez, lo escuché. Si bien leí el libro hace muchos años ya, cuando vi el audiolibro de El Vampiro de la Colonia Roma de Luis Zapata pensé que sería un buen momento para recordarlo. Y no me decepcionó. Primero hablaré del narrador, Óscar López Ávila: me gustó mucho su voz y la caracterización del personaje que creó. Al principio me pareció un acento en exceso "chilango", pero conforme avanzó la narración y recordé también al personaje que años atrás yo había creado en mi mente, tomó sentido y lo disfruté. Tiene tantos pequeños vicios, tantos detalles y matices, que le da una riqueza al texto increíble. Cabe mencionar, para quien no lo sepa, que el libro en realidad son transcripciones de unos supuestos audios en los que el personaje principal cuenta su vida, escrito sin más puntuación que puntos suspensivos. Y en ese sentido, Óscar mantiene un ritmo impecable, que supongo el texto le ha facilitado tanto como si tuviera un director al frente. Sobre todas las cosas que me gustaron de la narración, está además el final, que por supuesto no diré, pero en audiolibro tiene una fuerza y profundidad que en texto impreso es simplemente imposible de lograr. Sólo por llegar al final de la historia en audiolibro que es que cada minuto vale la pena. Y eso me hizo pensar en las particularidades de cada formato, en las posibilidades que nos otorga sea leer en físico, leer en digital, escuchar un audiolibro o ver una película, cada formato nos enciende y alerta de manera diferente. En El vampiro de la Colonia Roma el final es simplemente supremo, magnífico. Bastan unos segundos de la capacidad histriónica de Óscar López Ávila para darle un giro completo a la historia... y quizás a alguien más le suceda lo que a mí, sacarme un par de lágrimas. Del libro diré, que es un clásico, no una lectura obligada, pero sí una novela de culto. Es un México que hoy se antoja lejano, pero de tantas formas sigue presente. Mucho de la cartografía de esa ciudad hoy día no existe, el rol de los lugares de encuentro ha desaparecido, los rituales de ligue hoy serían un atentado casi suicida... y sala vez, todo ello subsiste, por que el libido y la seducción son parte de las dinámicas sociales, nos definen y nos llevan. El humor de Adonis García es maravilloso, su forma de ver y vivir la vida, de superar las experiencias, de seguir adelante, con el paso y el peso de las nostalgias, de lo que sucedió y también, para su desasosiego, de lo que la vida le prohibió.


Quizás me anime a pedirle un descuento a la editorial porque es uno de esos libros que amo regalar en cada oportunidad.


Óscar López Ávila en redes sociales


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